jueves, 24 de abril de 2014

Desde la mirada más pura

“No hay mejor psiquiatra en la tierra que un cachorro lamiéndote la cara" Ben Williams

Palabras clave: perros de asistencia, discapacidad, enfermedades neurodegenerativas, trastornos generalizados del desarrollo, terapias.


Asociación HYDRA

En la actualidad, con el impulso de las terapias alternativas cada vez son más los profesionales y equipos terapéuticos que deciden incorporar a sus terapias la colaboración de un perro de asistencia, aunque su utilidad y reconocimiento, como apoyo a menudo imprescindible para el ser humano, se remonta a siglos atrás.

En nuestra cultura colectiva, cuando nos referimos a los animales de asistencia, involuntariamente se nos viene a la memoria la imagen del perro guía o  de los perros utilizados en labores de rescate, detección de explosivos o drogas; si bien, los perros de asistencia con fines terapéuticos, participan en un importante conjunto de actividades cotidianas, silenciosas, invisibles, que faciliten la autonomía de miles de personas que padecen patologías muy diferentes, que abarcan desde enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, la Demencia, ELA o Parkinson, así como Trastornos Generalizados del Desarrollo como el Autismo, Asperger, Trastorno desintegrativo infantil, etc.

En estos días he tenido la oportunidad de conocer el trabajo realizado por una entidad sin ánimo de lucro llamada “ASOCIACIÓN HYDRA” que desde su sede de Getafe (Madrid), enfoca todos sus esfuerzos al desarrollo de terapias asistidas por animales (TAA), así como a la formación en esta disciplina y la sensibilización respecto a los beneficios que un animal entrenado de forma específica, puede aportar en el trabajo personal, potenciando la autoestima, mejorando el estado de ánimo y el grado de comunicación, fomentando la expresión de sentimientos y emociones, así como obteniendo buenos resultados en las relaciones interpersonales o la iniciativa de participación; de  igual modo, gracias a estas terapias se puede llegar a lograr un impacto positivo en la actitud del paciente, así como en su relajación, tono muscular y conciencia del cuerpo, el ejercicio de su memoria, el desarrollo de la inteligencia espacial o la orientación.

Un ejemplo de este trabajo es el realizado con pacientes enfermos en una fase aún incipiente de Alzheimer, que cuentan con el apoyo de un perro de asistencia al que se ha entrenado en el reconocimiento de varios itinerarios alternativos, que en momentos de desorientación, y sin violentar la relación persona -  perro, pueden ayudar al paciente a regresar a casa por sus propios medios.

De igual modo, personas con discapacidad física o movilidad reducida, pueden ayudarse de uno de estos perros en labores como abrir y cerrar puertas, encender y apagar interruptores de la luz, o sacar objetos concretos de los cajones.

Todo este proceso de adiestramiento, requiere de la elaboración de un plan específico para cada paciente, así como de la selección de un perro adecuado para la labor a desempeñar. De ello se encargan en esta entidad las que podríamos decir conforman la “alma mater” de  la “ASOCIACIÓN HYDRA”Ana Julia Fuentes, socióloga con experiencia en el tercer sector y la intervención social y Mª del Carmen Castro, psicóloga clínica y experta en etología, que en todo momento me transmiten su inmenso cariñó y respeto por estos “necesarios colaboradores”, a los que existe la premisa de “no forzar y no enseñar nada que no tengan que hacer”.

Es una lástima que entidades de esta naturaleza, cuenten con pocos recursos para el mantenimiento de estos perros y de sus proyectos, o que en momentos de austeridad presupuestaria, algunos centros como residencias o colegios se vean obligados a prescindir de un trabajo terapéutico tan valioso, que además cuenta con el respaldo de los correspondientes Colegios Oficiales de Psicólogos.

De igual modo una de las reivindicaciones más significativas, de los múltiples profesionales y entidades que trabajan en este ámbito, es precisamente que el perro de asistencia tenga las mismas posibilidades de acceso y acompañamiento en espacios públicos y privados, con las que ya cuenta la figura del “perro guía” vinculado a las personas con ceguera o residuo visual.

Quiero dar las gracias a Ana Julia y Mª del Carmen por su tiempo, por dejarme  conocer a los maravillosos perros con los que trabajan y que tanto cariño devuelven tras cada caricia, a sus familias por estar volcadas de pleno en este  proyecto comprometiéndose de forma muy personal, a sus hijos e hijas por llenar de risas las instalaciones de la asociación y a los voluntarios que se involucran en cada actividad, en cada tarea. Fue un gusto poder conoceros!!


"ASOCIACIÓN HYDRA" está disponible en:

@ asociacionHYDRA








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